Logo es.horseperiodical.com

Displasia de la válvula tricúspide en perros y gatos

Tabla de contenido:

Displasia de la válvula tricúspide en perros y gatos
Displasia de la válvula tricúspide en perros y gatos

Video: Displasia de la válvula tricúspide en perros y gatos

Video: Displasia de la válvula tricúspide en perros y gatos
Video: Displasia de la válvula tricúspide - YouTube 2024, Mayo
Anonim
Thinkstock
Thinkstock

La displasia de la válvula tricúspide es causada por un defecto congénito de nacimiento (lo que significa que está presente antes o al nacer) que resulta en una válvula cardíaca que tiene una forma anormal. La condición es más común en perros machos de razas grandes, pero también puede ocurrir en gatos. Un soplo cardíaco puede ser una señal de alerta temprana. Los animales afectados también pueden experimentar una barriga hinchada y llena de líquido; debilidad; intolerancia al ejercicio; y dificultad para respirar. El tratamiento puede incluir una dieta baja en sodio, restricción de ejercicio y medicamentos para ayudar al corazón a latir de manera más eficiente, así como medicamentos para tratar la retención de líquidos. En casos severos, se puede recomendar el reemplazo quirúrgico de la válvula.

Visión general

Algunos antecedentes: el músculo cardíaco es una bomba que mueve la sangre a través de las cuatro cámaras con contracciones involuntarias que promueven el flujo unidireccional de la sangre. Las válvulas entre las cámaras evitan el retorno de la sangre a la cámara anterior, manteniendo así la sangre moviéndose en la dirección que debería. Cuando las válvulas están deformadas o mal formadas, algo de sangre puede moverse hacia atrás, no hacia adelante, en el corazón. Esto significa que el corazón tiene que trabajar más para bombear el volumen de sangre que el cuerpo necesita para las funciones normales.

Cuando la válvula tricúspide, que se encuentra entre la aurícula derecha y el ventrículo derecho, no logra formar un sello hermético, la sangre bombeada desde el atrio al ventrículo se regurgita en el atrio. El grado de displasia determinará cuánta sangre se mueve de manera incorrecta y, por lo tanto, la gravedad de los signos.

Los perros de razas grandes son los más comúnmente afectados, con los perros macho representados en exceso.

Síntomas e Identificación

Los perros pueden ser diagnosticados con un soplo cardíaco antes de la aparición de cualquier signo de displasia de la válvula tricúspide. Si el soplo es progresivo o significativo, los veterinarios recomendarán radiografías (rayos X), electrocardiogramas (electrocardiogramas) y electrocardiogramas (ecografías cardíacas).

Las radiografías pueden mostrar un lado derecho agrandado del corazón, mientras que el ECG puede revelar ritmos cardíacos anormales causados por esta ampliación. La mejor herramienta, sin embargo, es el ecocardiograma. Este tipo de herramienta de imagen visualiza la forma anormal de la válvula y el grado de regurgitación de la sangre que está ocurriendo.

Los signos más comunes de la displasia de la válvula tricúspide están relacionados con el trastorno que los veterinarios llaman insuficiencia cardíaca derecha. Con esta condición, los perros tendrán abdomen distendido debido a la acumulación de líquido (ascitis) que ocurre cuando la sangre regresa al corazón de regreso a su corazón. También pueden experimentar intolerancia al ejercicio y dificultad para respirar si no pueden llevar suficiente oxígeno a la sangre como resultado de que la cantidad insuficiente de sangre llega a sus pulmones (la sangre del lado derecho del corazón fluye hacia los pulmones para recibir oxígeno).

Ocasionalmente, se pueden producir ritmos cardíacos anormales que ponen en peligro la vida. Estos pueden llevar a la muerte súbita.

Razas Afectadas

Los perros de razas más grandes están predispuestos a esta enfermedad hereditaria, especialmente el Pastor Alemán, el Golden Retriever, el Great Dane, el Labrador Retriever y el Weimaraner.

Tratamiento

En la mayoría de los casos, el tratamiento está dirigido a aliviar los signos de la enfermedad, en lugar de reparar la válvula. El tratamiento puede incluir dietas bajas en sodio, restricción de ejercicio y medicamentos para ayudar al corazón a bombear de manera más eficiente y eliminar el exceso de líquido del cuerpo. En casos graves que no responden al tratamiento médico, se puede recomendar el reemplazo quirúrgico de la válvula.

Prevención

Los perros afectados deben ser retirados de la piscina de cría. Debido a que las formas muy leves de la enfermedad pueden no detectarse por medios convencionales, puede ser útil seleccionar perros en razas muy afectadas (con ecocardiografía) antes de la reproducción.

Este artículo ha sido revisado por un veterinario.

Recomendado: